“CARTAS QUE NUNCA LEERÁS"
“Monólogo”
HABLANDO CON MI SOLEDAD (II)
Estoy sola y quiero hablar…Quiero
hablar contigo. Mi soledad.
Pero no sabemos cómo empezar
nuestro diálogo. Ella está triste y yo, también. ¿Entonces? Guardamos silencio…Un
silencio frio, doloroso, desgarrador y en medio de la oscuridad de mi tristeza
comencé hablar o a pensar. ¿No es lo mismo? Para mí en este momento sí.
Entonces, comienza nuestro dialogo.
Suave como un mormullo, tierno como un niño e inocente como una adolecente
virgen. Y, de nuevo un silencio doloroso…
Soledad, soledad, mía. Siempre
hemos estado juntas. Solo una vez, soñamos compartir, nuestra existencia. Solo
una vez, esperamos confiadas, en aprender a estar con otra soledad.
Hablamos largamente sobre esta
experiencia, que a mí me asustaba y también a ti. Recuerdo, tus preguntas, tus
dudas y hasta tu angustia. Y yo, que estaba felizmente aterrada como tú, te
hacia comprender que íbamos a ser felices…Muy felices.
Te hacía ver, que podíamos caminar
de la mano de ella. Que ni tu ni yo volveríamos a sentir este vació y este frio
que ahora estamos sufriendo.
Pero me equivoque…Fracase…Tú me lo dijiste. Tú
tenías miedo. Tú no querías arriesgarte a que compartiéramos nuestro acostumbrado
silencio. Y yo, ilusa de mí, ya no quería seguir así.
Quería que fuéramos dos soledades,
dos sueños, dos ilusiones, dos sombras, dos silencios, dos seres, que con el
amor y por el amor, fuéramos uno. Que sonriéramos juntos, que juntos
lloráramos, que juntos camináramos, sin miedo. Y tú, con su soledad, hicieras
lo mismo. Y en vez de dos. Nos convirtiéramos en una sola vida. En un solo ser.
Pero no se pudo. No lo fue.
Y solo te tengo a ti, mi soledad,
mi única amiga, con la que puedo compartir mi vida, mis silencios y mis sueños.
Ya no te dejaré. No debes estar
triste. No volveré a soñar, ni te diré, que sueñes. Seguiremos juntas, pero
lucharemos por ser felices.
Mar
Viernes 15 de febrero de 2013