"No puedo
escribir"
Capítulo I
Hola amigo ¡No puedo
escribir! ¡Qué cosa rara! No encuentro
la palabra adecuada que exprese lo que siento, lo que pienso, lo que quiero. Es
muy difícil contarle a alguien, como tú, que no existe en ningún idioma la
palabra que necesito para poderte al tanto de lo que pasa hoy por mi mente. Es
tan grande, tan infinito, tan hermoso, tan único que solo el silencio puede
expresarlo.
No te rías, no te enfades, y menos, me
regañes. Ayúdame más bien, a inventar una palabra. La que necesito, tan grande
y tan especial que pueda meter en ella,
toda esta revolución que hoy, así no más, está ocurriendo en mí. Y como te dije
antes, quiero que conozcas todos los pormenores de esta nueva aventura. Si es
que se le puede llamar así.
¿Pero de que me
extraño? Siempre ha sido así. Todo lo mío, es especial es raro, es único. Y
para ti, solo un motivo de curiosidad y
claro, para escribirlo en tu revista. No
me digas esa, esta o aquella, es la
adecuada. ¡Qué va!... ya las he usado todas y mis sentimientos, no caben aquí,
En este ratito contigo, te puedes dar cuenta. Compromisos, amor, desamor,
sufrimiento, dolor, alegrías, promesas, sueños, sentimientos a flor de piel,
que a última hora, sé que para a ti, no
son de tu interés y menos, importantes. Pero bueno, espero que me digas, si me
puedes ayudar a escribir hoy, o a encontrar la palabra clave, que haga que
entienda todo lo que estoy viviendo.
Luego, seguimos
hablando. Por ahora, seguiré buscando la palabra que necesito, (parezco
haciendo un crucigrama) ja…ja… ja…
Ahora, no me culpes,
como siempre lo haces, Si hoy no termino mi trabajo es por eso… No encuentro
como expresar, contar, definir lo que siento, lo que pienso lo que quiero. Nada
más. Pero esto no te importa y como respeto tu libertad, sigue trabajando en lo
tuyo, y yo, en lo mío. Pero ya te dije: no me copies ¿eh?
No sigo escribiendo.
¡No puedo hacerlo! No encuentro como expresar lo que estoy sintiendo. Voy en
busca de esa palabra para expresar mis sentimientos y guardarlos, después de
haberlos sentido y vivido.
Chao amigo y sigue tu
escribiendo. Yo no puedo.
Escrito el lunes,
5 de octubre de 2012
HOLA AMIGO
No sé cómo escribir
Capitulo II
Hola mi amigo: ¿No sabes? No sé
cómo escribir. La otra vez te contaba que no encontraba la palabra adecuada
para expresar lo feliz que me sentía. ¿Lo recuerdas? Ahora ni quiero
escucharte. Solo te escribo para decirte que estoy triste. Ya sé, cuando
vengas, como siempre corriendo hasta mí, me dirás, una y otra vez. “Te lo dije…
Te lo dije. Pero tú nunca me haces caso”.
No te estoy pidiendo que me remplaces y hagas mi trabajo. Es que no
quiero ni verte. Sé que te pondrás
furioso conmigo y solo ahora, te puedo decir que tenías, que tiene, toda la
razón y esto, me pone más triste. ¡Me pone furiosa!
Me rindo. He sido juguete del
destino. Y como, cuando jugamos ajedrez. Siempre pierdo. Y estoy cansada amigo, muy cansada y quiero que esta sea la
última partida. No quiero luchar más.
Tú sabes cómo lo amé. Tú sabes que
lo extraño. Que no lo idealice. Pero aun así,
era mi sueño. Como si alguien superior
a nosotros mismo, lo hubiese esculpido en mi alma desde niña. Pero ahora
el desencanto es total. El, ¡quien lo creyera! destruyo mi sueño mostrando el
lado oscuro de su personalidad y quizás, gozando de su proeza de machista
empedernido y me mostró que era, igual a aquellas estatuas con pies de barro. ¿Las recuerdas? De las cuales,
escribimos juntos ese artículo a cuatro manos,
No entiendo, porque tenía que sucederme esto.
Tú bien lo sabes, que yo no quería, amar, ni ser amada, que mi felicidad era
mía, y no dependía de que alguien me quisiera o yo quisiera. ¿Recuerda nuestras
discusiones, las que siempre terminamos riéndonos? Hoy ni siquiera quiero
discutir contigo.
Sí, soy rebelde como tú me dices.
Si soy tal vez, soberbia, quizás, orgullosa. Si, en esto sí, tienes la razón.
Soy muy orgullosa.
Pero aun así, busco la felicidad de los demás y mi propia
felicidad y esa luz es la que reflejo en mi vida. Esto es lo que tú dices siempre, porque eres mi amigo. ¡Qué
buen amigo eres!
Ahora, estoy sufriendo como una
condenada. ¿Qué he hecho? Nada... Solo cometer errores.
No voy a escribir más hoy, estoy
muy triste, demasiado triste y no quiero saber que pasará. Esta notita la
encontraras en tu escritorio y mañana hablamos. ¿No te parece?
Hasta mañana querido amigo y no
termines el trabajo por los dos.
Escrito el jueves 15 de noviembre de 2012
HOLA AMIGO
¿Me quieres abrazar?
Capítulo III
Hola amigo: Estoy mal. ¿Me quieres
abrazar? Hace unos meses no sé porque, estoy cometiendo errores, y errores. Conocí a alguien y tú me
dijiste: “No te acerques a él. No lo hagas. No te conviene”. Y, no lo creí.
Ahora… Te doy toda la razón.
Cree sueños. Escribí historias. Me
regalé esperanzas. Confíe
en palabras. Creí en un hombre. Pensé
que era bueno. Pero no… ¡Todo fue mentira!
¡Solo mentiras! ¿Qué nombre le puedo dar a mi propio engaño?
Tuviste y tienes toda la razón… No
me convenía, no me conviene.
¿Sabes amigo? ¡Le conocí! Primero su lado luminoso. Su lado bueno, su
lado blanco y eso fue lo que me engaño. Luego su lado oscuro. Demasiado oscuro.
Me ha sorprendido y te digo: Me falta conocerle más. Es una caja de sorpresas,
pero de sorpresas malas. Una caja de “Pandora”. Donde cada pensamiento, cada
una de sus actuaciones son oscuras.
Quiero descubrir su pasado. Quiero
saber que se esconde en esa mente, que no sé, si simplemente es mala. Quiero
debelar este misterio, donde lo bueno, lo espiritual y lo místico, se confunde, con lo malo, con
todo aquello, que es negativo, que es oscuro.
Sé que no me dejarás. Me dirás:
“¡Basta…Basta!… ¡No más! Y si… Tienes razón. Esta historia, ha terminado y no
debo abrir el libro en el cual, se escribió ya, la última página.
Siento temor. En mi carrera. Es la primera vez que lo siento. No sé, qué
se puede esperar de él. No sé qué pasará, al verse descubierto en ese juego
extraño y ambiguo en que se mueve.
No me regañes. No te preocupes. No
investigaré nada. Ya te lo he prometido.
Este es otro caso, como cualquier
otro caso, de nuestro trabajo. Donde tu yo, tenemos que escribir sobre él y
nada más. Lo olvidaremos. Ven… Está haciendo frío. Tomémonos un café.
Estar en tu compañía, es siempre
reconfortante. Me siento tranquila y segura.
Escrito el viernes, 22 de diciembre
de 2012
HOLA AMIGO
Por fin volvemos
hablar
Capítulo IV
Hola amigo por fin
volvemos hablar. Todos estos meses que has estado lejos te he extrañado. Tu
oficina cerrada, tus consejos, tu risa, tu mano tendida siempre para que me
apoye en ella.
Mírame, estoy triste,
no sé qué puedo hacer. Ya llega la primavera, no estaremos juntos, No estarás a
mi lado.
Me voy a sentir tan
sola, como estos meses que estuviste lejos. Gracias por admirar mi trabajo.
¿Verdad, que todo ha quedado muy bien?
Pero bueno, no hablemos
de nuestro trabajo. ¡Que gracias a Dios, lo realizamos!
No hubo ni una mala
nota. Nuestras entrevistas, fueron todo un éxito. Tus artículos y los míos
fueron geniales. Tu viaje fue
maravilloso y el mío, va hacer igual.
¿Me preguntas por mi
vida? Ya te he contado algo y como siempre, de desacierto en desacierto.
En todo caso, es una linda, maravillosa historia, sin recuerdos, sin
rencores. Sin amargura. He seguido como puedes ver todos tus consejos al pie de
la letra.
Ya no tienes porque
enojaste.
¿Dime, por qué te
enfadas tan fácilmente conmigo, cuando te cuento algo de mi vida? Pareces celoso. ¡No me hagas reír! Toda una
vida, hemos estado juntos, nos conocemos desde niños, y siempre me has querido
y defendido como un hermano y nada más. Estudiamos juntos, trabajamos juntos y
también, soñamos juntos y
Bueno amigo, me encanta
que ya de nuevo estés en casa. Pronto todos los días, me corriges, me enseñas,
me consuelas, me apoyas y yo, me siento feliz a tu lado. Será primavera y me
iré como otras veces, pero estaremos juntos y no te preocupes, seguiré tus consejos.
Cuídame la oficina y no mires mis correos. Otra vez te enfadaste. ¡Es una broma
no más! Te quiero mucho nos vemos mañana. No, mejor vamos a tomar café, y
escuchamos un buen rato música, la que nos gusta.
Escrito el sábado
9 de marzo de 2013
HOLA AMIGO
El reencuentro, la
nueva oficina
CAPÍTULO V
¡Cómo pasa el tiempo!
Hace año y medio que nos separamos. Te
fuiste, volviste y me fui yo.
Me fui en primavera y
no volví. Me quede, me perdí en ese país mágico para mí. Y a mi regreso, tú no estabas,
(Si
conocieras mis pensamientos, ya sé que
dirías) ¡No quiero imaginármelo!
Ahora de nuevo estamos
juntos, no te he visto, ni tu a mí.
Me gustar la nueva
oficina. Es hermosa. Los jardines, el sol entrando por los grandes ventanales.
¡Quién diría! Que estamos suspendidos en el aire. ¡Cuarenta y ocho pisos! Me va
a dar miedo. Pero no te lo diré. Sé que vas a estar esperando que lo haga. Pero no. No lo haré.
Amigo, quiero verte.
Quiero contarte todo lo que me ha pasado en este tiempo y que también, veas mi
trabajo. No creas que he perdido el tiempo.
Nadie me ha dicho nada
de ti. Ni yo he preguntado nada. Pero aun así, sé que fue tu idea remodelar
nuestra oficina. ¡Subirla al cielo! El jardín en la terraza, el color blanco,
con tonos azules y totalmente
minimalista. ¡Ya no es romántica! Pero aun así, es muy hermosa. Me
gusta. Ya se cual será mi nuevo escritorio, el de la derecha. ¡Pero ni lo
pienses! No te voy a darte la espalda. ¡Voy a cambiar esto ya! Como siempre estaré frente a ti. ¿Y los teléfonos? Eso ya lo soluciono. Sé que
vendrás mañana y no tienes ni idea, que yo estoy acá. ¡La cambiaré! Le pondré
unas cortinas, tan azules como el cielo, (esto le dará un toque romántico.) El
escritorio lo volteare y quedaré de frente a ti, no dándote la espalda. Y los
teléfonos estarán instalados. ¿De dónde sacaste esa idea? ¿Dos periodistas sin
teléfono?
¡Voy de sorpresa, en
sorpresa! ¡Esto, es lo más fantástico que he viso en comunicaciones! Mi querido
amigo… ¿Sabré manejarlo? ¿Me enseñaras? ¿O
me tengo que ir a estudiar? ¡Por algo, no tenemos teléfonos!
Pondré las cortinas
y es escritorio se volteara y nada más.
Te lo prometo. Gracias por las rosas.
Mañana nos vemos. ¡Tengo tanto que contarte! Te quiero mucho y gracias
por estar siempre a mi lado.
Escrito el lunes
27 de octubre de 2014
HOLA AMIGO
El reencuentro II, por fin juntos
El reencuentro II, por fin juntos
CAPÍTULO VI
¡Por
fin juntos! ¡Es tanto lo que tenemos que hablar, es tanto lo que tenemos
que decirnos!
Es
maravilloso tener un amigo tan especial como tú. Gracias por todas las
sorpresas que me tenías. Ya sé que mi trabajo te gusto y a mí el tuyo.
Pero…
¿Te gustará todo lo que te tengo que contar? Ya sé, por tus cartas, que
nuevamente, no estás de acuerdo con algo que viví este año.
No
te ha gustado. Me dices, me repites, que, cuando voy a aprender. Que sufro, que
lloro, porque no sigo tus consejos. Que por ser tan llevada de mi
parecer, desde niña, me meto en unos líos que solo tú, los comprendes y me
haces comprender. Que mi romanticismo, mi sinceridad, siempre es un arma de
doble filo. Que me dejo llevar por mis sentimientos, por mis sueños y que
siempre salgo sufriendo, llorando y corriendo a buscarte.
Pero
esta vez, no me regañes. ¿Quieres? ¿Qué puedo decirte? ¿Qué tienes la razón?
¿Que nunca te digo, que la tienes? Ahora, te pido que no me digas nada… Solo…
que no me digas nada… Que me escuches, como cuando éramos unos chiquillos.
¿Cuánto
hace que nos conocemos? Podemos decir, que "casi" desde que
nacimos…
Estudiamos
juntos. Juntos, fuimos niños. Juntos, fuimos adolescentes y
juntos trabajamos. Eres como otro hermano, sin serlo, ya que a ellos, no
les cuento mis cosas. Ni ellos, me regañan como tú, ni son tan comprensivos
como tú.
¡Tú
eres tan especial amigo mío!
Pero
creí haber encontrado otro igual o parecido a ti y lo perdí. Me dolió mucho…
mucho... Y no estaba contigo, para compartir mi dolor… Este año… ha sido duro
muy duro… y no pudimos estar juntos.
Fue
como una nube blanca que me envolvió en invierno. En primavera me hizo soñar y…
en primavera… lo perdí.
Fue
una tragedia, tal vez, anunciada. Malos entendidos y una gran duda, que quedo
en el aire, sin resolver. Y que hasta ahora, no se resuelve, no se aclara y
duele mucho… mucho… El no habla ni yo tampoco.
Sí.
Tienes la razón. Tengo dos salidas. Pronto haré alguna de las dos. ¡Pero qué
bueno, si el, no hubiese interpretado tan mal, lo que paso! Un detalle tan
insignificante, tan pequeño, tan tonto, se volvió un alud de ¡tierra, de
nieve o de lodo! Sí. Tienes toda la razón. ¡Que poco me conoce, para
creer que yo, pueda actuar así, como el piensa!
Amigo
mío, estoy cansada. Vamos… La tarde está muy fría y quiero que juntos tomemos
un café…
Eva
Escrito el viernes 21 de noviembre de 2014
Continuará dos años después
DE NUEVO CON MI AMIGO
Capítulo V
Capítulo V
Aquí
estoy de nuevo, contándote sobre mis pequeños o grandes problemas y tú, como
siempre, me escuchas muy atento. Pero solo sonríes, al escuchar las sorpresas
que la vida me da.
No
hace nada, ¡Que ironía! Fui feliz... era una felicidad, que como un torbellino
me envolvía y me hacía flotar en un mundo irreal de sueños y ensueños, que me
hacía vivir algo que deseaba con toda mi alma. Ser su amiga, Encontrar en él,
un gran amigo como tú. Que me escucharas, me consuelas y a veces, me regañas
Pero eres mi amigo, mi confidente. Así quería que él lo fuera. Por no se pudo.
Siempre íbamos en direcciones diferentes. No era como tú, que sabes escúchame
y yo, me refugio en ti.
Esta
felicidad, era consecuencia de algo que no busque, que llego a mí, como llega
la vida, o como llega la muerte, sin pedirse. A sí, simplemente, como llega el
día, o como llega la noche. Y hoy, cuando, deseaba disfrutar, en mis
pensamientos, cuando deseaba escribir todas las lindas sensaciones vividas,
cuando esperaba construir un mundo especial, he recordado y me he estrellado de
nuevo, contra el mundo.
Ahora,
no voy a fantasear. Voy hablar conmigo misma, en un diálogo íntimo
secreto y único. Voy a entrar, en la oscuridad de mi inconsciente,
a poner las cosas en claro, para encontrar la paz y la felicidad que mi
alma necesita. Para poder volver a vivir.
Yo
no pedí conocerlo. Ni a Dios, ni a la vida, ni al destino. A nadie le he pedido
algo, y menos amistad o amor.
Sin
amargura, aprendí a renunciar a todo, especialmente. Y tú sabes bien, que mi soledad es mi amiga.
Pero aun en mi mundo de fantasía, No he hallado mi sueño, ni tampoco, lo he
buscado, con locura.
Mis
sentimientos, o mis ilusiones, se pierden en el mundo fantástico, que
sabes bien, me he inventado Mi vida, quedo vacía, los sepulté. Las puertas, de esa sepultura, yo misma las
cerré y decidí, no abrirla nunca más.
Pero
llego. ¡Era mi sueño! Y no puedo
negar que, fui feliz. Fue un pequeñito chubasco de ¿otoño o de
primavera? ¿Fue un regalo de Dios, o de la vida, o del destino? No
lo sé… pero fui feliz.
Quiero
un amor así. (Siempre lo quise. Grande Único). Tú eres mi amigo y quiero, que lo sigas siendo. Me escuchas, me consuelas,
me corriges, cada vez que estoy en el camino equivocado. Yo quería que él,
fuera así. "Mi mejor, mi único y
verdadero amigo" no para remplazarte. En ti, siempre, puedo encontrar,
consuelo, apoyo. Siempre desde niños, ha sido así. Pero quería que el también
fuera parte de mi vida, no por un momento, sino siempre, con él, quería
compartir todo lo que pasaba en mi vida, triunfos, fracasos, alegrías. Sus
tristezas y las mías, todo lo bueno, o
todo lo malo, que nos da vida.
Tú
eres mi luz, al final de cualquier camino, pero también, quería que él lo fuera
y que ese camino, lo recorriéramos los dos mientras tú, nos esperas al
final.
Sea
como sea, fui feliz, muy feliz. Muy poco tiempo, pero creo que los dos, fuimos
felices muy felices. Este será nuestro pequeño o gran secreto. ¡Y tú, solo me
escuchas! Está bien, yo no trabajaré hoy. Adios.
Eva
Jueves
14 de Abril de 2016
Derechos de Autor Reservados
Estou a tentar visitar todos os seguidores do Peregrino E Servo, pois por uma acção do google meu perfil sumiu e estava a seguir o seu blog sem foto e agora tive de voltar a seguir, com outra foto. Aproveito para deixar um fraterno abraço e muita paz e saúde.
ResponderEliminarAntónio Jesus Batalha.
Tudo sairá bem. Gosto de conhecer os meus blogs. você viu o meu livro? Espero que as correntes. um abraço
ResponderEliminarDevolviendo la gentileza de tu visita a mi blog, he venido a deleitarme con tus letras.
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