LA ÚLTIMA CARTA DEL LIBRO
“CARTA QUE NUNCA LEERÁS”
(12.35 DE MI NOCHE 6.35 DE TU
AMANECER)(XVII)
Diciembre 16:
He regresado. Y en la inmensidad de
un cielo negro, solo iluminado por los relámpagos te he escrito… solo una palabra... Luego… Una
orden: “Abrochar los cinturones, enderezar los espaldares de sus sillas apagar
todo los aparatos electrónicos y esperar”…
¡Te sentí tan cerca, tan protector,
tan mío!…
¿Yo ?…Solo, soñaba que me amabas. Que
por fin yo también, como tú, estaría muerta, en medio de esa noche de lluvia de
un otoño moribundo y de un invierno naciente.
Te perdoné… Olvidé lo mucho que he
llorado por ti y fui feliz.
Ya nada, ni nadie. Ni siquiera,
nosotros mismos, nos separaría.
Recordé… (Un día, dije que estaba tranquila
porque no tenía, ni siquiera recuerdos.) Pero en esos momentos, recordé todo lo bello, que viví, con tus verdades o
tus mentiras. Con mis sueños, con todos los castillos que construíamos en el
aire y en mi fantasiosa imaginación.
Y, ¿sabes? Fui feliz.
Cuando todo pasó, cuando ya todo
era normal. Tu recuerdo, también se fue desvaneciendo y ¿ahora…Que espero?
Sonreír, ser feliz y pedirle a Dios
Niño, que mi Don Juan tenorio, sea feliz en ese mundo que imagino, existe, paralelo
a este.
Pero… ¿Sabes? Te amé tanto. Te amo,
todavía… (Después de haber transcurrido todo este tiempo) Y la felicidad... Todos los día se vuelve más
esquiva y se hace más lejana.
Pero sueño… ¿Con imposibles? No sé.
Pero he vuelto a soñar.
Hasta siempre,
Mar
Relato de Eva
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