OTRA CARTA, DESPUÉS DE LA ÚLTIMA
DEL LIBRO
"CARTAS QUE NO LEERÁS"DEL LIBRO
SEGUNDA CARTA DESPUÉS DE LA ÚLTIMA (XIII)
(11.55 DE MI NOCHE 5.55 DE TU MAÑANA)
Noviembre 8:
Estaré muy pronto, en el mismo
lugar y en el mismo momento de mi pasado en que te cree, donde te encontré,
donde mi imaginación te dio vida y donde comencé a amarte.
No sé qué puedo decirte o decirme.
Solo sé que estoy triste, muy triste. Que llegó el momento, como otros momentos,
(Que hemos vivido) que tengo que dejarte partir sin decir nada. Nada… Solo puedo dejarte ir y ver como avanzas
por el camino que ya si, y para siempre, te aleja de mí, definitivamente.
Ya tu imagen, tu figura, tu voz, el
amor que dijiste tenerme y mi amor, ya se han perdido en el ocaso de mi vida.
La oscuridad de la noche empieza y con ella, llega el olvido. Tu muerte fue
prematura. Nuestra relación fue casi siempre, por no decir siempre llena de
escollos. Todos, creados o inventados por los dos. Nos
trajo, más lágrimas que risas. Fue
triste… Pero infinito.
Y mi sueño de niña, de adolescente
de mujer, de ahora. Se quedó en eso. En un sueño. Solo un sueño que en este
momento, como a ti, lo sepulto, lo termino…
No te idealicé… Cuando te invente,
cuando te soñé. Te cree, con muchas cualidades, pero también, con muchos defectos.
Exacto a mí, pero muy diferente. Y cuando llegaste, cuando te conocí, cuando vi
que eras real, fui feliz y le dí gracias a Dios y a Él, te entregué. Pero no
fue posible. No fui feliz.
Dios, no lo permitió. Ahora, ya estoy dispuesta a no sufrir más y
te dejo salir de mi pensamiento, de mi vida, y de mis recuerdos.
Creo que ya comienza la curación de
mi alma y con ella, llegará poco a poco la tranquilidad y la felicidad que
deseo.
Estoy tranquila y te digo adiós.
Mar
Hola Eva. Has escrio una carta preciosa, dulce y llena de sentimiento, con sencillez y expléndidamene expresada.
ResponderEliminarRealmente me ha encantado.
Un beso.
Hola, Eva Margarita:
ResponderEliminarTambién tuve un amor que se fue para siempre Tengo un haikú para él bajo el título de Haikús para un amor que partió un día de enero. Fue terrible, desolador. Me identifico muchísimo con tus cartas, pero ésta me toca de manera profunda. Creo, que como dices,
"Estoy tranquila y te digo adiós", es sólo producto de que Dios creó el tiempo como el gran bálsamo que te permite decir esas palabras. Y es más: permite, también abrir las puertas a nuevas ilusiones, sin olvidar las pasadas.
¡HERMOSISIMO, FELICITACIONES!
Abrazos agradecidos,
Myriam