OTRA CARTA DEL LIBRO
“CARTAS QUE NUNCA LEERÁS”
Y QUE YA HABÍA DADO POR TERMINADO
(PRIMERA CARTA DESPUÉS DE LA ÚLTIMA) (XII)
(1.44 DE MI AMANECER 7.44 DE TU MAÑANA)
Noviembre 3.
Hoy me siento extraña. Si, es
verdad, estoy extraña. Creí que no lo notarían. He luchado todo el día por
estar bien, pero no lo he conseguido. He tenido un día, raro, caótico, no por
hermoso, sino, por todo lo contrario. Me siento perdida, suspendida en los
recuerdos. Un día como hoy moriste. Fue en un día como hoy que lloré al perderte, al perderlo todo. Tu amor, tu cariño, mi sueño y
también, ese día, dejaste de existir. Sabía que todo era fácil para ti. Pero fue
muy duro para mi.
No me encuentro a mí misma. He hablado muchas veces, con Dios, hoy. He deseado
verte y solo mirarte; como alguna vez lo hice, simplemente mirarte, he llorado,
y estoy triste. No quería que lo supieran, que se notara en mi voz, pero sean dado
cuenta.
Si en tu mundo, hay recuerdos. Puede
que en tu mente encuentres los que te
hagan vivir estos momentos. De que un día
como hoy, acabó todo entre nosotros y también moriste. Tus verdades, tus
mentiras, tu amor, tu desamor, tu juego, o no juego. Se terminó, se terminaron y quedarán sepultados para siempre.
Mi amor…se fue contigo y esta realidad que ya
conozco, me lastima, me sigue lastimando. Ha sido un proceso de más de un año y
esta angustia sigue.
Ya no hay esperanza, ya no oiré tu
voz, tus labios se callaron, para siempre. Esta realidad, la quería ignorar. Solo
hoy comprendí, que es imposible que vuelvas a la vida.
Ahora, estoy un poco más tranquila. He hablado
conmigo misma. Con inteligencia, con cariño, sin castigarme por algo que no
tengo la culpa y he entendido, que te
perdí, que ante la muerte, nada se puede hacer .
Mi amor por ti, llegó, como llega
un ladrón, y se robó mi corazón. ¿Por
qué?. Le pregunto a Dios, y no responde, Le
he pregunto a la vida, muchas veces, y la vida, sonríe. Le pregunto al destino,
y no lo sabe... (El mismo juego de siempre, nadie me explica nada) Me han
robado mi tranquilidad, mi paz, que era lo más parecido a la felicidad, que yo
tenía. Las han entregado a otras manos, tus manos. A otros sentimientos, tus
sentimientos, que no supieron que hacer
con ellas. Y ahora, sigo sin entender, el por qué, me toca dar solución a una
situación de angustia que no conocía y no deseaba conocer, y que no quiero seguir viviendo.
Espera…Me dice la razón.... Todo
sanara y el rio volverá a su cauce. Espera... Espera… Me dice, el corazón. Espera
Espera.... Me dice la vida.... Espera…¿Esperar
qué?
Mientras tanto... Debo conformarme
con dulces gotitas de cariño, que agradezco, Que deseo. Que me hacen creer, que
soy amada y cuando recuerdo, que solo es eso, gotitas de cariño, me hacen
sentir como una limosnera, implorando un poquito de amor y nos las quiero
.Nunca he pedido a nadie nada y menos amor. Por ello, no quería que hoy nadie
notara que estaba o estoy extraña. Triste muy triste.
Mar
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