LA PARTIDA DE AJEDREZ
“Un años después comenzamos de
nuevo el juego. Están puestas las fichas en el tablero y damos principio a la
partida”
Te toca jugar a ti. Y mueves tu
alfil, que es la dulce melodía de tus palabras.
Me haces pensar en mi jugada.
Comienzo mal. "Mi razonamiento, que es la reina, queda amenazada."
(Esta es la vida de Any): Ha soñado
un año en el regreso de ese hombre que conoció un día cualquiera, sin buscarlo
y ahora que llega de nuevo a su vida, no sabe cómo comenzar de nuevo.
¡Otra vez! Es solo una jugada del AJEDREZ
DE SU VIDA y de nuevo, le han dado Jaque
Mate.
¿Y yo? Que soy una ficha más, de
este ajedrez. Me río, de ver que siempre el amor, la hace sufrir. ¡Nunca
aprende!
Es una mujer, y sigue siendo niña. Es inocente,
crédula y el suave murmullo de la voz de él, la derrite. ¡Qué tonta!
Bueno, tiene toda la razón, a mí también me derrite. Mi rey se enoja y pregunta,
¿Que tiene él, que no tenga yo? Y me sonrojo. La reina negra, nuestra enemiga,
pero también, mujer, me sonríe, y me pica el ojo. ¿Qué tiene ese hombre que con
solo su voz nos mata?
¡Es como un encantador de
serpientes! Y para Any, esto es algo que la deslumbra. Esa dulzura, esa
ternura, la hace soñar con su amor y despierta en ella, el deseo de vivir, de ser
feliz y se eleva hasta el cielo y se monta en una nube, se cambia al arco iris,
corre hasta el sol y se duerme en la luna mirando los luceros. Sueña con sus
seres queridos, se despierta con el sonido dulce de esa voz que la arrulla, se
baña en la profundidad de sus ojos, que recuerda, dulces y a veces, duros.
Orgullosos siempre. Y lo ama. No sabe porque, pero lo ama.
Han pasado los días, y Any sigue
jugando en el tablero de éste AJEDREZ, QUE ES LA VIDA. Nos mueve aquí, allí,
halla y no encuentra el camino correcto para encontrar su felicidad. Yo
quisiera ayudarla, pero no puedo, no me lo permiten. El juego sigue. Todo
volvió a la normalidad, ya no hay sueños, solo realidades y Any vuelve hacer
fría, indiferente, pero decidida. Pero hoy, quiere soñar y nos cuenta sus sueños:
"Fue tan hermoso cuando
volvimos a encontramos Yo creí que ya todos los malos entendidos quedaban atrás
y comencé a construir un cuento, donde él se convertía en ese encantador hombre
que estaba en mi mente.
Soñaba... Que caminábamos
juntos. Que nuestras manos no se separaban un instante. Le quise mostrar de
nuevo, el mundo de los sueños, y enseñarle a ser feliz, con las cosas simples
de la vida, como caminar bajo la lluvia, correr en una playa de arena caliente,
sentir la brisa fría de la montaña en nuestras caras, perdemos en un jardín,
donde el perfume de las flores y el olor de tierra mojada nos embriagase. Y que
la brisa del otoño y las primeras lluvias del invierno, nos hicieran correr a
buscar un refugio seguro, frente a la chimenea. Le quería enseñar a descubrir a
Dios en las estrellas y soñé con dormirme en sus brazos y con un beso ser parte
de la esencia de Dios. “Era un sueño… Es
un sueño… Solo un sueño y nada más…"
¡Ya esto se acabó! No le pediré
nada a la vida, que llegue lo que quiera ella darme. Yo tomaré lo que crea que
me conviene y no sufriré más. ¡Renuncio ya! El jaque mate se dio. ¡LA PARTIDA
HA TERMINADO!
Mi corazón queda vació. En adelante,
reiré como el payaso, para esconder el dolor de mi alma, y que el mundo crea
que soy imperturbablemente feliz, muy feliz.
“Bueno, de esta manera Any, deja
que sus recuerdos y su amor queden sepultados en el olvido y nosotros, EL
TABLERO Y LAS FICHAS DEL AJEDREZ DE LA VIDA, quedamos olvidados y ya no
escucharemos los sueños de Any. Ella no volverá a soñar y nosotras no
volveremos a cambiar de color. Seguiremos en BLANCO Y NEGRO.
¡"Y COMO ERA DE LINDO, CUANDO
ELLA, NOS CAMBIABA A ROSADO Y AZUL"!
Relato de: La
Reina Blanca del Ajedrez de la Vida
Mar
Domingo,
30 de septiembre de 2012
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