Buhardilla

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sábado, 15 de septiembre de 2012

OTRA CARTA MÁS, DE MI LIBRO







OTRA CARTA MÁS,  DE MI LIBRO 




(11.11 de mi noche 5.11 de tu mañana)(X)

Marzo 3
¿No sabes? Estoy triste. No, quizás, triste no. Simplemente, te recuerdo ¡Te amé tanto!
Me duele el corazón, me duele el alma al pensar que ya no volveré a escucharte, a verte. Que no tenemos un mañana juntos. Que no hay futuro para nosotros. Que solo me queda el recuerdo de un lindo sueño, que empezó y no pudo cumplir su siclo. Que murió, al tu morir.

No, pero no. Ya también, mi sueño, había muerto. ¡Nada te importo!… y jugaste con mis ilusiones y  me hiciste daño… Tu  egoísmo, mi orgullo, mi rabia, o simplemente, porque llegó muy tarde a nuestras vidas, y no pudiste amarme, como yo te amé. No lo sé.

Hoy, estoy triste, y veo todo oscuro. 
Pero qué lindo, si pudiera, revivir esta ilusión y hacer, de éste sueño, una fantasía llena de alegría y color, donde fuéramos felices. Sin temores, sin angustia sin preocupaciones, que lindo fuese volver a verte, volver a oírte, sentirte cerca. ¡Qué lindo fuera! Pero falta lo principal, lo más grande. ¡Qué vivieras y que me amaras!.

La felicidad, estaba en nuestras manos. ¡No! ¡En nuestras manos! ¡No! En tus manos, pero no. No quisiste hacer nada para que los dos gozáramos de ella, para convertir, nuestro cariño, nuestro amor, en alegría. Sabías que mi amor perdonaría todo…todo.  Sabías que mi amor bastaría para curar mis heridas y tus inseguridades. Mis miedos y tus temores, los que te hicieron mentir, herir, huir y luego…Morir… 

Pero para que sigo plasmando todo lo que siento, en este papel, si tampoco esta carta la leerás. Si falta lo único, lo primordial, la vida, tú vida. El amor, tu amor. Ese sentimiento que todo lo transforma, que todo lo hace posible, que nos hace ver todo desde un punto de vista, totalmente diferente. ¡Lástima que lo convertiste en un jugaste, en tu juguete! Y no lo apreciaste. Lástima que no quisiste amarme, ni aprendiste. Pero si, te disfrazaste de aprendiz de Tenorio, de Casanova y me lastimaste. Convirtiendo mi cariño, en otro más, de tus muchos trofeos.  

No quiero pensar. Estoy triste. Estoy viendo el atardecer de éste frío, pero hermoso día que ha traído tu recuerdo desde temprano. Cuando en tu reloj, eran las cinco de tu amanecer y en el mío… (De nuevo te estoy hablando como si vivieras) Lucharé por olvidarte. ¡No lo dudes! Aunque me olvide, de olvidarte muchas veces. Y, aunque recorra de nuevo, ya si, cada rincón de tu vida y de ese lugar recóndito, donde ahora, te encuentras.
Mar
Sábado, 15 de septiembre de 2012


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